miércoles, 28 de mayo de 2008

Cassavetes V

Los defectos de la primera versión fueron un duro golpe, un aplastante reconocimiento de nuestra ineptitud. Habría sido fácil ponerse de parte de los pocos que pensaban que la película rea maravillosa; es una debilidad a la que tendemos todos los seres humanos. Habría sido aún más fácil abandonar, no hacer caso de las críticas y decir que los que no la entendían eran unos idiotas y que no era nuestra intención impresionar a nadie. No obstante, creo que las películas pueden ser educativas, servir de ejemplo, entretener y liberar a las personas de sus temores ocultos, sus terrores privados, sus prejuicios. Para mí, es una obligación que los que hacemos cine mantengamos nuestra integridad en la medida de lo posible, porque dirigir o que otros te escuchen implica una responsabilidad ineludible. De otro modo, se vive en la falsedad. Para mí personalmente sería imposible que la gente pensara que soy ético y puro y saber yo interiormente que soy un impostor. Me haría vivir con miedo al tiempo, con el temor de que estoy desperdiciando la única vida que tengo.


Cassavetes por Cassavetes. Ray Carney. Crónicas Anagrama.
Pág. 107.

John Cassavetes
Ray Carney
Cassavetes por Cassavetes

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