jueves, 22 de marzo de 2007

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Y ahora. Y hoy.
No sé.
No sé vivir.
No sé reír.
No sé estar sola.
No sé sentir.
No sé. Si. Dejarlo.
Para mañana.
Y mañana.
Ser feliz.
Me olvidé. Durante todo este camino. De hacer.
De lo que nunca busqué.
Alimentarme.
De letras. De nombres.
Vivir. Soñar.
Y hoy.
Hoy miro. Miro dentro.
Y no veo.
No veo más que posos.
Los dibujos de unos rastros de café.
Unos dibujos que se agarran. A las paredes. De esta piel.
Pero más allá.
Más alllá de sorbos amargos.
De rincones de azúcar y miel.
No hay.
Más allá.
Que sustente paredes.
Alimento. Que aguante. La piel.
Sólo.
Hay.
Lo que ves.

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Me quemé. Pienso.
En cada extremo. Que soñé contigo.
Quiero. Cerrar. Cada poro abierto.
Quiero saber de mí. Y conocer. Lo que olvidé. Lo que perdí.
Y ardo. Del calor que no tengo.
Y siento. Morir.
Cada pelo. Cada escama.
De agua. De piel.
Y muerta. Y fría.
Y fría. Y muerta.
Cada mañana

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Duerme. Sueña. Come. Vive. Juega.
He dormido hasta caer rendida. He soñado despierta. Subiendo una ladera. Carretera. Sudor. Calor. Viento. Asfalto. Y al fin un árbol. Detrás de otro árbol. Piedra. Arena. Y de nuevo el viento. El Sol. Calor. Sudor. Se enfría. Cuesta abajo. Duermo. Sueño. Como. Vivo. Juego. Despierto. Camino. Corro. Salto. Imagino uvas de color blanco. Estallan en mi boca. Muerdo.